digitos

martes, 6 de julio de 2010

PA NA O


A veces me siento extraño en mi ciudad. Sin embargo se que Lima es mi hogar, pero también tengo claro que mi permanencia acá no debe ser por mucho tiempo. Así como amo a Lima, me es sumamente necesario extrañarla, entONCEs es cuando debo partir hacia algún lugar donde el viento sopla con fuerza, donde el aire es helado y el sol calienta las cabezas de los ingratos.

Dicen mis padres que me procrearon en la sierra, sera quizás por eso que siento esta nostalgia andina, una emoción grande cuando llego algún pueblito escondido entre nubes y techos de calamina, el olor del adobe se mezcla con eucaliptos y pachamancas. En la noche, el frió se acaba con un buen aguardiente, y si es necesario, la hoja de coca bien chactada con cal.

Extraño esas noches en casa de Raúl Estrada, en Panao...escuchando Led Zepellin y planificando el día de pesca en altura, imaginando el tamaño de las truchas .

1 comentario:

  1. Me gusta como escribes,tienes sinceridad y fuerza...tienes la magia del poeta

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