digitos

jueves, 8 de julio de 2010

Te vas alejando en el tiempo.




No hay distancia ni lugar, donde escape tu nombre imprudente,
quema el calor de las palabras , quema tu mirada,

siento el reloj cada vez mas lento en mis entrañas.


Siempre vuelves, fantasma del mal, ilusión del pasado,
canción inocente que lleva cuchillos de muerte en la espalda,
sera tu luz, sera que me quiero llevar tus ojos en un pedazo de cartón.

Y voy a estar sentado en tu bosque , silbando bajo,
junto a los escombros del ayer y las primeras hojas,
caen , caen , solo caen.

Cae tu pequeña brújula en el tazón de te,

la ciudad poco importa si tu no estas en ella,

tierna y salvaje leona de mar, brillo sin metal.

Aun queda tus perfumes en la almohada de mi cama,

sigue el sonido de tus gemidos en mis paredes,

y no se como calmar el temblor de tus piernas que estremecen como tambores a mi fallido corazón.

Tu te llevaste la linterna que guiaba mi obsesión,
me quitaste el sol y las estrellas, me dejaste el vació de tu ausencia,
y no entiendo, doy vueltas como un ciego en una misma calle,
buscando donde esta tu perfil de mujer malvada, hada extraña.


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