Magia e Ilusión.

Magia ; la primera noche fue mágica, Playa del Carmen andaba mas calurosa que nunca, y yo sentado observando a un grupo tocar latín jazz en el hotel, solo , en una mesa para dos. Ella recién salia de su habitación, lo percibí por el cabello húmedo. Gracias al destino , el lugar estaba lleno, y se acercó y me preguntó en ingles si se podía sentar, yo le respondí que si en español. La miré sonreír, esos labios tan sensuales, y la mirada del color del mar, solo atinó a decir...que bueno que hables español, ¿yo soy de Italia y tu?.... nervioso respondí...¿conoces Perú?. Después nos pedimos dos Amarettos Sour , y de ahi vinieron otros mas...hablamos sobre las cosas que suelen hablar dos desconocidos en un país ajeno, ella estaba de vacaciones y yo de ociosidad laboral. Entre risas y gestos coquetos , me animé a sacarla a bailar, y sentí el temblor de mis piernas , ella era tan bella, tan espigada y hermosa, tener su cintura en mis brazos era el premio a mis intentos de ser sutil. Poco a poco la noche se fue dando y terminamos en una fiesta en la playa , donde un DJ un tanto alocado mezclaba de todo un poco. Hasta que decidí que era el momento de caminar, teníamos dos vasos en las manos que acabaron enterrados en la arena, y luego.... sus perfectos senos sobre mi pecho, su beso , sus labios carnosos y mi espalda llena de arena blanca, su lengua sabia a mar , su aliento a brisa y los dos estábamos bañados bajo la luna.

Ilusión ; La segunda noche , después de tres años , en mi hogar, Lima la gris. Ella se quedaría solo una semana, me llamó al teléfono y salimos. Barranco le fascinó, las calles , los paseos y la gente. Es el ambiente perfecto para empezar con un fuerte abrazo, y un regalo. Caminamos por dos bares, empezamos en el mas antiguo, tomando Pisco como debe ser...ella me contó que estuvo en Portugal y encontró un lugar que le hizo acordar a mi, yo le conté sobre mis viajes posteriores y un poco sobre nuestro país. Se acabo el pisco y fuimos a un bar donde tocan música trova, ahí le conté de mi hija , ella sonrió y se sonrojo ( eso me extraño ) y dijo que Isabel era un nombre lindo para una princesa, como ella no entendía mucho de Silvio ni de Milanes, y yo me aburro con las mismas canciones nos fuimos a casa de un amigo que conoció en el avión. Lucho, un tipo delgado, buena gente , pintor y escultor, estaba haciendo una fiesta por su cumpleaños, llegamos y todas las personas parecían salidas del Duty Free de algún aeropuerto. Bailamos música muy antigua, entre boleros, jazz y blues...hasta que cada vez estaban nuestros labios mas cerca y ella me ordeno al oído : Gallo, es hora de irnos. Sorprendentemente en el taxi saco una botella de vino de la cartera, y ahí , me acorde quien era ella, la única que podía hacer cosas que me sorprendan en una noche de frió otoño. Llegamos a su hospedaje , que es una casa antigua de familia... saco dos vasos descartarles, esos de plástico que le dan a uno en el avión y empezamos a encontrarnos. Una noche de luz intensa por cada gemido, por cada latido mio que sentía ella en su espalda. Tardamos lo que se demora en salir el sol en invierno, pero acabamos cuando la hora , el tiempo, maldito cómplice de los finales me obligo a despedirme.

Si la volveré a ver....eso jamas lo sabré y ni me preocupa....espíritus libres en Lima.