digitos

sábado, 12 de junio de 2010

¿cinco sentidos nada mas?


Este otoño tan vago, que deja reposar el espíritu en sus hojas secas y volver a los olores y colores en distorsión que me llevan a un viaje distante al venidero. En esta Lima , gris y caótica , navegan miles de fantasmas, de mi pasado, que aparecen con dagas y caramelos de limón.

No se por que la nostalgia es tan imprudente, y se otorga méritos ajenos. La soledad debería estar un poco mas divertida y mi destierro del verdadero amor seria mas fácil. La música y las telarañas del pasado, como sopla el viento norte y me trae tus ojos , que una vez miraron el mar con los mios. Este otoñal compás de bailes con mascaras, esta ciudad donde las vecinas son amantes , los jefes están tronados de ardor matinal y las novias perfectas cada vez están mas lejos.
Mi otoño, podre ser dueño de ti y controlar mis sentimientos. Debo ser el amo y maestro de mis pensamientos, irme lejos, no se, meditar junto a un roble y volverme feto en el vientre de un pez.

Cada palabra , cada testimonio es una revelación de dolor. Hoy mi boca, se puso en contra mía y en complicidad con la lengua soltó las tres primeras letras de tu nombre, y alguien se enfadó. No es justo, que no te cansas recuerdo maligno, de correr por la azotea y lanzar quejidos de terquedad.

No hay de que temer , es este otoño que trae consigo fantasmas, ciudades, tu nombre y tus ojos. La soledad se lleva la peor parte, por que hoy no le haré compañía.

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