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jueves, 12 de agosto de 2010

Vida prestada.


Pao.... siempre discutimos si voy o no , y esta tan cerca esa misteriosa ciudad llena de casinos.

Bueno, comenzaré por el principio , como se empieza lo que no termino jamas. Hubo un tiempo en el que yo era muy feliz, tan feliz que no me daba cuenta y andaba como un fantasma asumiendo que la vida que tenia era prestada y no mía. Trabajaba en una empresa buena , tenia un grupo de amigos que frecuentaba y una novia a la que quería mucho y adoraba. Un viaje de negocios, me llevo a esa ciudad tan mágica y llena de contrastes , tan de sierra y de selva a la vez. El tiempo no era el indicado para mi corazón , que andaba confundido y entre tumbos, no podía pensar mucho mas que en el trabajo y en mi felicidad ... que era una interrogante en ese momento. Bueno, solo, esa ciudad y yo, nos decidimos a jugar una partida de naipes, y salí en busca de algo que me haga alejar los pensamientos de ella. Llegué a un casino , mas que un casino un tragamonedas, empecé a jugar una maquina de estas que tanto odio, pero que a veces embruja a las ancianas y ludopatas. De pronto ya estaba aburrido y me quería ir al hotel a dormir, me proponía a cambiar las fichas cuando la vi ... se acercaba a ofrecerme algo, una bebida o cigarros , no lo se, pero era tan bella esa noche y yo tan bobo... creo que le pedí un ron y seguí jugando mientras mi mente maquinaba el próximo movimiento para acercarme a ella antes de que ella me aborde con otra incitación. Le pregunte a que hora salia y si nos podíamos ir algún lugar a tomar algo, ella respondió que si , que salia alas doce y yo obviamente corrí raudo al hotel , me cambie y la esperé. Esa noche conversamos de todo y de nada, tomando aguardiente en un bar muy rustico, ella hablaba y yo la observaba, pequeña criatura de tan solo diecisiete años si no me equivoco. Llego el momento de dejarla en casa, como era debido, la acompañe y me despedí , pero paso lo que pasa siempre que despedimos a un ángel, nos queda esa nube celestial acompañandonos por unas horas. Bueno , mi noche no acabó ahí, decidí ir a tomar algo por ahí, y como muchos sabrán el aguardiente no es el mejor amigo de la cabeza y acabé entrando al hotel gracias al gentil hombro del recepcionista. En la mañana siguiente, desperté , y la sorpresa mas grata fue ver a este angelical ser, buscándome en el hotel, le pregunte si quería pasar a mi cuarto de hospital, tan bella , acepto . Conversamos y decidimos que no podía pasar nada mas en esa habitación, pactamos el respeto. Lo que puedo contar en este blog es que si bailamos, cantamos y reímos. Y muy a parte de todo esto , sentimos como que dos corazones extraños se emprendían y empezaban a conocerse. Besos , bailes y risas ... y luego la despedida ; quizás unas lágrimas y besos que susurraban ¿volverás por mi? . Comencé este cuento como se inicia las cosas que nunca concluyen...ahora que hacemos Pao.

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