digitos

martes, 3 de agosto de 2010

En busca de un barco .


Los piratas no tenemos corazón, lo arrancamos y lo escondemos. Por lo tanto somos vulnerables al dolor. Por mucho tiempo navegamos sin pisar tierra y nos acostumbramos al buen ron , o al malo, igual si calienta la garganta esta bien para afrontar las tormentas de alta mar. No usamos mapas , menos bitácoras, ni ridículas pelucas o sombreros con plumas, esos son marinos afeminados, usamos lo mismo todos los días de nuestra vida, y la higiene es pasajera como las viejas heridas que dejan algunas penas que se olvidan en algún bar. Discutimos por todo, todo anda mal y nada es estable, amamos tanto al barco como el barco nos puede ser fiel para trabajar o robar. Confiamos en nuestra suerte y nuestra suerte nunca esta hechada, solo un corsario salvaje puede romper un hechizo de ultramar. Tememos a las bestias salvajes y los mounstros feroces que se escapan cuando el sol se esconde, salen raudos en el horizonte y nos espían, debemos andar con cuidado, pueden tragarse hasta una embarcación completa y eructar al capitán del navío. Andar ebrios, malolientes y desdeñosos es nuestra única forma y robar y mentir es parte de nuestro existir. Quieren confiar en nosotros para temerarias proezas, ya que la ambición de un pirata puede mas que su pereza. La buena vida, el juego, las mujeres , de todo tipo, rubias, morenas y hasta sirenas que sepan besar, pero solo en noches de luna llena , por que uno puede ser atrapado por las profundidades del mar. Se de un pirata que dejo de serlo, cambio su estilo de vida , su forma de ver la vida y se ordeno como doctrinado y honrado, que astucia y viveza, un pirata nunca deja de urdir ni de mentir, menos si se trata de querer aparentar. yo ho, yo ho....mi naturaleza prevalece en mi, seis mujeres por cada barril de ron, nunca dejes tus pertenencias cerca después de que te haga el amor, por que te robaré hasta el corazón. yo ho yo ho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario