digitos

lunes, 19 de marzo de 2012

a donde vas


No dejo de pensar en ti,
no se quién eres en verdad y como apareciste así,
tan de la nada, tan de pronto y sin decir algo,
solo recuerdo verte y reconocerte.

Un puente hacia el infinito,
una puerta que se abre a nuestras vidas pasadas,
será esta una afinidad forzosa y cotidiana,
sin desenlace, sin principio, sin argumento.

Algunos vagabundos del amor tienen memoria,
yo no escondo secretos de otras vidas,
pero intuyo que esos ojos tan sabidos,
son los míos, los de nuestros hijos en el ayer.

Quizás hubiera sido mejor no conocerte jamás,
tal vez los locos estamos rematando excusas para el amor,
o simplemente me faltaba una musa para escribir,
pero tu apareces como lienzo para mis trazos.

Ahora le reprocho al destino y al tiempo,
la calavera en forma de corazón se alza en mi hermandad,
entre huéspedes escondidos y bandidos gitanos,
lo que se de matar, me costó siete vidas,
aprendo entonces que puedo amar a quien yo quiera.

No me avergüenzo de quererte y si solo es un gusto,
hasta pronto instante y destello de luz,
pero si avanza la quimérica angustia del dolor,
y el dulzor de la emoción nos envuelve,
seré un amante secreto, indiscreto y desvergonzado.




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