Un Sabado@com.un en Lima.

Y todas mis amistades, conocidos y cuasienemigos discretos saben que mi relación con la madre de mi hija finalizo y terminó con algunos baches e imprevistos. Lo delicado de esto es que esta Isabel, nuestra hija de tan solo 6 mese, que bueno, como es de entender se encuentra con la madre en Tacna mientras yo acá sigo un tratamiento neurálgico....no, no para mis queridos atenta dores contra mi auto estima, no estoy loco, es solo un tumor benigno sumándolo a mi TAB eterno. Yo tendré que quedarme en Lima por el tratamiento unos mese, casi un año el cual no veré a mi ángel, que sera casi difícil e insoportable de aguantar. Lo de ahora , es llevar el tratamiento en el cual no puedo fumar, tomar ni estar en lugares muy ruidosos, ( el concierto de Matisyahu estuvo bueno) y es mucho mas difícil conocer gente. Sin embargo ayer contra todo pronostico salí para sacarme el clavo con una chica que contacte por facebook, ya que teníamos amigos en común. Fuimos como a las seis de la tarde a pasear a Camila ( mi linda fox terrier) , al parque de por mi casa, de ahí descubrí algo interesante; la capacidad de aguante de esta chica. Paso una hora , dejamos a Cami en mi respectivo hogar y fuimos al Starbuck , donde ni siquiera puedo tomar café, pero en fin la acompañe. Ahí empezó esta conversa tan interesante y entretenida, descubrir que hay gente que aun lee, se interesa por como miras a las personas, con que mano agarras las cosas o cuando y por que estas triste. Obvio que los otros parroquianos finitos andaban sentados con sus respectivas computadoras asumiendo que trabajaban. Quien trabaja en el starbuck un sábado 6 pm llenos de personas raras y de bulla, bueno, asumo que algún separatista vial. Siguiendo en la platica con esta chica, que en una hora se iba a una parrilla da con full trago y de ahí a la discoteca Gótica, a las cuales obvio no podía ir, me di cuenta que era super interesante y mas cuando me hablaba de su hijo de 9 años, pero aun guardaba el espíritu juerguero de su 27 mozos años que nadie se los puede negar, pero me niega a mi cualquier táctica de acercamiento. Llego la hora de la despedida, todo quedo muy incierto, ella se iba a su parrillada y yo a mi claustro hogar-hospital, lo esperanzador fue su comentario de querer volver avernos y asumir que la charla quedo interrumpida. ¿Volveré a verla? ¿ volveré a ser normal? podre tomar quizás un vino con ella , embriagarla un poco, solo un poco y soltarle esas risas que solo la buena uva procesada sabe hacer, cosquillas de viñedo. ya les contare si llama o todo quedo en un sabado@.com.un.