Las pequeñas cosas que escribo, el aire que respiro, las monedas que pierdo en el bus,
Mis chalas, la belleza del mar, el cielo celeste y con algodón en la sierra,
los rayos y truenos, relámpagos de noche en el balcón donde viví mi mejor experiencia,
Los cariños de Isabel, las palabras dulces de Isabel, y los narcisos piropos de mi espejo.
Nadie sabe a ciencia cierta lo que pase, si sufrí, si aguante o me reí como loco al golpear,
si recibí mas golpes de los que debí, si pague mis deudas o me queda cumplir la condena,
si el amor se asusto y se alejo de mí, no sé si la muerte esta enganchada conmigo,
si volveré a fumar y escribir mas sobre este Fausto mundo, que solo actuó a ser un hogar.
Necesito un poco de jazz...Jona, donde está tu saxo, Janni, la guitarra y la voz melancólica,
Lucho, extraño conversar contigo, jugar ajedrez e inventar música de dos generaciones lejanas,
¿que injustos no? ... fuimos perros, y después nos obligaron a tratar como perros a los demás,
que es, un cuento de horror, comer basura para que un cerdo se llene de grasa de capital.
Bohemio no, mmm, me lo quitaran...es más complicado Dr., está adentro,
no hay pastillas que cambien la esencia de un inmortal semidiós vestido de árbol,
solo queda seguir el rumbo de las hojas que viajan en el tiempo y decir adiós,
Isa, dame amor por todo la vida, así sea corta o larga...por algo eres mi hija y te llamas Isabel.
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