digitos

sábado, 31 de diciembre de 2011

Ojala y que pase sin pensar.






Tengo tanto miedo , que me encumbro en millones de infieras para pirar de mi. Muere esté periodo tan mordaz y confuso, lleno de condenas, fluctuaciones y por poco encantos. Siento que estoy en el ojo del huracán, y cada día soy menos espontáneo con mi propia naturaleza. Me registro a esperar por un esclarecimiento sin tener la pregunta exacta en la punta de la lengua. ¿Aprendí?, en anuencia les digo, sin repasar.




Estoy magullado, tengo las ambiciones de un erizo y las fuerzas se me van, no se cuanto dure el próximo lapso, o si tendré que consultar con mi espíritu celestial, igual ella no me quiere ver, me evita por las millones de razones que tengo para escapar de mi.





Perdí la percepción y la inspiración es una reliquia sucia y falaz, me quiero suicidar tantas veces que ya derroché el valor para hacerlo. Nadie es mejor que nadie, ojos de bosque, pero tu solo quieres tener al mundo en tus manos y yo ya lo dejé pasar.





Hoy obtendré la fortaleza para decir adiós a todo lo que me dañó, meditaré un segundo y volaré por tus risas y sonrisas, querré besarte y volveré a la realidad. Espero que el sol y la brisa del mar apuesten por tu belleza como te recuerdo, princesa sirena y que el nuevo calendario traiga fechas en que pueda oír tu voz decir...hola Gonza, acá estoy.

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