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sábado, 7 de enero de 2012

YO ESTOY AQUÍ DE PASO

05.25 am…no te puedo timar. Estoy frente al monitor escribiendo porque un sueño revoltoso, inquietó mi siesta. Turbé hasta el aire y llegue a pensar que no había perdón, que ya no podía ni morir. Perdí tantas cosas y muchas otras deje pasar, me siento tan penitente de ese viaje de diamantes irracionales, que solo me queda reflexionar un parvo, matizar lo que poseo que para lo que inventé es desmedido Y bello. ¿Lo merezco?, no lo sé, pero Dios lo puso en esta cama para tres. La mujer que me aguantó y aguanta hasta hoy, la infanta y suave Isabel, que aun que aporrea a sus compañeros del jardín, todos más grandes que ella, es el motor que en induce a existir dentro de la maravillosa y celestial esfera que llamamos “hogar”. Te debo muchos ramos de rosas, Micha, pero sabes que cada rosa tiene una espina y no va a ser fácil, pero sabes algo, confió tanto en ti y sé que tienes una fibra vital que no dejarías que pierda nuevamente la fe. Cuando empieza amanecer me siento mejor, no perdí la seguridad y la concordancia que escolta esta temporal leyenda taciturna, es fiel instigadora de un sueño ausente, que queda revolcado en el tiempo.

Tanto vegeté y a la vez tanto derroché, alguien aun frunce el ceño, por ahí unos ojos ven otros que empiezan a indagar la vida con curiosidad, Pepper sigue esquivando todo lo que la haga retroceder (mi aprecio) y los Pétalos de Sal de Fito se esconden en el fondo del alma, pero es la melodía de Marlango que me estremece.

Algo tienen estos años que me hacen ponerme así, y decirte que te extraño…voy a verte feliz…en el dispensario que estés atareando, con tus hijos o tu vida anhelada. Pero ahora solo me debo a mi apego imperecedero, a la pieza de luna que surgió con el brillo del sol en la matriz de mi camarada de nuevas aventuras.

No quiero inundarme en ese océano de defunción torpe, debo permanece cerca a la orilla y ver retozar a mi hija, sonreír y darle gracias porque soy feliz y grande por tener su pequeña mano prendida a la mía. Y cuando pernocta, busca estar a mi lado y yo busco protegerla. Debo aprender a vivir sobre la línea divisoria, no me volverá el insomnio por contar las gaviotas del destierro, las amapolas de París…Joaquín.


Esta vidorria, llena de arrepentimientos, recuerdos tristes, momentos felices y deseos prósperos que se cumplirán ES MÍA.


Quise quedarme pero me fui, yo que era un solitario bailando, ahora bailamos los tres…la vida es un gran baile y el universo un salón.

Las amo y todos los bailes son para ustedes. Estoy feliz de escribir a esta hora mientras muchos palpitados descienden su ritmo y otros consumen su vida como un cigarro en un oscuro cenicero.

1 comentario:

  1. Un buen regalo son las palabras sinceras y solo así puedo saber y sentir los latidos de tu corazón. A donde va, que piensa, que siento. es importante para mi y para mi familia.

    Micha

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